NOVIAS A MI MANERA

Hoy he querido hablar de una forma muy diferente de un día en el que nos deberíamos sentir especialmente guapas. Qué narices, hay que sentirse guapa.

Quiero escribir este post desde mi propia experiencia, veremos a ver si soy capaz.
Desde que se decide dar el paso de casarse hasta que uno termina disfrutando como nunca de la gente a la que quiere.

El primer dilema, encontrar tu vestido, no sabes cómo lo vas a hacer ni por dónde empezar. A mi me costó mucho, porque a veces, tener las cosas tan claras, no lo hace fácil.
Recuerdo que me probé vestidos horribles, y todo porque la dependienta se empeñaba, y qué os voy a decir, mejor no tener que estar escuchando el "te lo tenias que haber probado", así que cojes aire, respiras hondo y te pruebas un vestido con el que te sientes Heidi, y te ves horrible. Luego ya vas aprendiendo a decir no, seguro que más de una se siente identificada con lo que está leyendo...

Pero tienes claro lo que quieres, y no hay nada mejor que dar con grandes profesionales, y yo los encontré, pero antes fui a tiendas de renombre y francamente, delicadeza cero, no entiendo cómo no cuidan los detalles y no te hacen sentir bien cuando te pruebas los vestidos. Los cogían con la mano para ajustarlos, cuando hay unos alfileres estupendos que junto con unas manos delicadas te lo van ajustando para que te veas de verdad. A veces da la impresión de que no quieren vender.

Tras varios viajes, encontré el sitio y mi vestido, recuerdo que mi madre ya pensaba que no lo iba a encontrar, pero si, tuve la gran suerte de conocer El Bosque , donde hay unos grandes profesionales.
estuvimos hablando de lo que quería, de mis gustos, y tan sólo me probé 3 vestidos, uno de ellos por capricho, pero estaba claro que mi vestido era un corte sencillo con unos detalles con los que me sentía identificada. Cuello barco, corte debajo del pecho, y con poca cola. El diseñador, Jesús Peiró. Y el toque, el peinado y el velo.

Ahora iría con tocado, es algo que tengo muy claro, pero por aquel entonces así lo decidí.
El velo, me enamoró, nunca lo había visto en nadie, un velo corto con terminación en  picos, y los bordados del vestido poniendo la puntilla. Pero cuando una se quita el velo...y como en mi caso, no tenía melena como la mayoría de las novias, nada mejor que un gran profesional, Paco, de Peluquería Level5 y conseguí lo que quería. Rizó mi pelo con las tenacillas, y me hizo un recogido alto, rodeándolo con un pequeño postizo, y lo adornamos con las flores del ramo y de las damas de honor. Un trabajo increíble, que junto con el maquillaje nada al uso, lo bordaron.
Es más, donde me compré el vestido me pidieron las fotos para exponerlas, porque no solían ver a novias con un recogido así y el color aún no se llevaba demasiado, y yo opté por el morado en las flores.

Y el día llegó, y me sentí yo, me sentía... guapa no, lo siguiente.
Qué importante es sentirse una misma en todo momento, y estar asesorada por profesionales que te conocen y con los que has podido hablar de lo que quieres, de tus ideas y finalmente, todo sale. Y es así cuando se disfruta de verdad.

Así que chicas, nunca dejéis de ser vosotras, cada una tenéis vuestro estilo, sois diferentes y únicas, tan sólo es cuestión de sacar lo mejor de vosotras.

Y lo que es la vida, ahora hago tocados, para novias, invitadas, y para todas aquellas mujeres que quieran algo exclusivo.

Es muy divertido cuando se reunen las amigas que tienen un evento y me llaman para que vaya a su casa y así poder elegir su tocado, aquel con el que se sientan identificadas.
No importa si tienes el pelo corto o largo, siempre hay opciones.
Así que si te puedo ayudar en algo, será un auténtico placer, porque Pluma Azul está para ayudarte a encontrar tu tocado.

Tan sólo te pido una cosa, nunca dejes de ser tú en todo momento, porque la esencia de cada uno es lo que le define.